Cuento erótico 02.- Mi vecina y su nuevo amante.
Desdé hace unos meses mi vecina del departamento de al lado, empezó una nueva relación con un chico que conoció por Tinder y desde entonces empezó mi tormento nocturno, debido que sin falta, cada noche escucho cómo la llena de placer.La primera vez que intimaron me espanté, debido que se escuchaba como se rompía un florero o tal vez la lampara, botaba la bolsa de mano, los zapatos, el estruendo de la hebilla del pantalón, los vidrios de un cuadro pequeño y todo lo que estuviera a su pasó, desde la entrada principal hasta su recámara, la cuál coincide con el muro de mi cabecera y lamentablemente para mi, esta división no es muy gruesa.Una vez que estuvieron en la habitación, ella le grito que la cargará, al inicio fueron pequeños roces pero conforme iba pasando los minutos, se intensifico el aplauso de su espalda contra nuestra frágil pared, resonando los golpes de sus omóplatos y cabeza por la pasión que los mantenía excitados.Se intercalaban los gemidos de ella, con las órdenes de él, le decía cosas atrevidas y un tanto obscenas, como que ella era "su puta", que toda la tarde estuvo esperando para metérselo hasta el fondo, que la tenia hirviendo por ella.
Que le excitaba lo cachonda que era ella, desde que se habían conocido en aquel café, a unas cuantas cuadras de nuestro inmueble, se la estaba saboreando, mientras ella con voz temblorosa le pedía que no se detuviera, que se la cogiera más duro... Que le lamiera los pechos y que su vagina estaba lubricada para él.
Después de la primera semana, decidí comprarme audífonos para dormir, pero aún así, podía seguir percibiendo sus alaridos y hasta he podido predecir el siguiente movimiento de su encuentro.
Después de 5 minutos de cargarla, la lleva a la cama con brusquedad, la deja caer con fuerza, pero esto a ella la enciende más y supongo se debe a que él se arrodilla, le besa el vientre y va bajando lentamente, le separa las piernas y hunde su cara para lamer con suavidad toda su zona íntima.Lo deduzco, porqué ella le dicta que aquellos movimientos de su lengua la vuelven loca, que no deje de chupar su clítoris y que le introduzca dos dedos curveándolos un poco hacia arriba, donde él podrá encontrar su punto G...Después otros 7 minutos cambian de posiciones, ella deja de hablar y él empieza a gemir, su tono de voz tan grave y varonil tambalea en sollozos temblorosos, que le suplicaban que siga chupándoselo de esa forma, que no va a poder contenerse más y se vendrá en su boca si continua con esa efusividad, con lo cuál ella cambia el ritmo, con intervalos de intenso a suave.
Luego ella se monta en él, para moverse a un ritmó lento, casi imperceptible es entonces, donde él se queda en completo silenció y al parecer su boca está enfocada un buen rato, ella exclama que aquél suave rocé de su lengua sobre sus pezones, la hacen estremecerse toda, que no se concentré de un solo lado, si no intercalé con ambos senos.La rutina cambia cuándo él le dice, que la quiere tener en cuatro para montarla, que desea ver su culito y esa sexy curva de su espalda que ella le presumía en sus mensajes, cuando esta totalmente inclinada y supongo ella accede a su petición, ya que él sonido que se percibe es el choque de su cadera contra sus grandes glúteos, intercalado con nalgadas, que van subiendo de fuerza, alrededor de 4 minutos intensos de esta forma al fin terminan con un gran gemido.Después de 15 minutos silencio, Él se va del apartamento para volver la siguiente tarde a la misma rutina, siendo honesta en éstos 3 años que llevó viviendo aquí, no es el primer chico que trae a casa, pero jamás la había escuchado expresarse de esa forma tan explícita y salvaje en sus encuentros íntimos.
Y hoy después de haber visto aquel apuesto y rudo caballero en el ascensor he comprendido la transformación que tuvo en la cama y debo admitir que dejaré de torturarme con sus visitas, para disfrutar de esas horas escuchando sus encuentros.Tal vez alguna noche lo invité a pasar al mío y me dejé sin aliento...
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