CUENTO EROTICO n.5 - GEMINIS
Recuerdo que todo empezó desde aquella ocasión que
fui con un grupo de amigos, a acampar un fin de semana de julio, en el Bosque
de Villa de Carbón, para celebrar el cumpleaños número 30, de dos de sus
integrantes que eran hermanos, debido que amaban estar en ese lugar y por lo
tanto decidieron festejarlo de esa forma.
El grupo estaba conformado principalmente por novios, Manuel y Uziel que llevaban 2 años de ser pareja, Adrián y Susana que
al parecer estaban iniciando su romance, mis dos amigas Irma y Mónica que
también vivían juntas desde hacía 3 años y fueron las que me invitaron, debido que
eran amigas de los dos hermanos, y yo era la única que no iba acompañada, puesto
mi novio a último momento no pudo acompañarme por un compromiso de trabajo.
Me acuerdo que esa tarde, por eso de las 3pm, pasaron por
mí en un convoy de dos automóviles, un NISSAN blanco del 2017 que iban Adrián
manejando y Susana de copiloto, atrás Manuel y Uziel un poco disgustados,
aunque no sé del por qué.
A mi me toco ir en el TOYOTA negro del 2019, el que
conducía era Daniel y de copiloto Andrey que eran los dos festejados, atrás estaban
Mónica e Irma echando relajo como siempre, gritándome desde la ventanilla,
apúrate.
Muy caballerosamente Andrey me abrió la puerta, guardo mi
maleta y equipó para acampar en la cajuela. Lo cual agradecí con una sonrisa.
Ya dentro del auto, Irma me presento y solo pude decirles que feliz
cumpleaños, además que era un gusto conocerlos.
Porque me quede pasmada al ver lo idénticos que eran, no
había un ápice de diferencia salvo por sus tatuajes en los brazos, uno llevaba
al parecer un vikingo y el otro un dios egipcio, tenían algo en su sonrisa que
me hacía ponerme nerviosa, cada vez que miraba el retrovisor ahí estaba la
mirada de Daniel o Andrey volteando para contarnos algo.
Lo que me ayudo a relajarme, fue la selección musical de Camilo
séptimo, Zoé y Enjambre, puesto eran temas que me gustaban y al parecer todos
conocíamos, así que no la pasamos cantando, o mas bien dicho aullando, las 2 horas del trayecto.
Llegamos a las 5pm justo para ver el atardecer del viernes, cada
pareja llevaba su casa de campaña, por lo tanto, fueron 5 casas las que
instalamos con cierta distancia, pero no tan juntas para mantener la privacidad, puesto estaríamos hasta el
domingo en la mañana y a todos nos hacía falta desconectarnos un poco del caos
de la ciudad además del trabajo.
Previamente nos habíamos organizado para llevar víveres, tener todo para hacer una fogata de esas noches, y disfrutar de la ocasión, yo sinceramente no sabía que llevar, puesto no conocía a los festejados o a la mayoría del grupo, pero mi amiga Mónica me dijo que llevara los bombones, carne para asar, nopales y cebollas de cambray, puesto lo demás alimentos ya estaban contemplado por resto del equipo.
Conforme pasaron las horas fui conociendo más a todos, en
parte por las anécdotas que contaba Irma de los gemelos, puesto eran amigos desde la
universidad, pero también porque me di cuenta que cada uno se movía diferente,
aunque llevaban el mismo conjunto de ropa, un pantalón negro desgarrado, una
sudadera gris con rosa, Daniel era más callado y Andrey más extrovertido además de
ocurrente, contando chistes cada vez que podia.
Uziel y Manuel se adentraron al bosque una vez estábamos instalados, al parecer para platicar entre ellos y disipar el conflicto que los perturbaba, puesto al cabo de una hora, regresaron más melosos y sonrientes.
Susana me miraba de reojo y no dejaba de sostener de la mano
a Adrián, debido que él y yo, ya nos habíamos conocido en otra salida con Mónica, al festejar su ascenso en el trabajo, debido que ellos eran compañeros. Y supongo que,
al ir sola, sentía celos o no sé qué pensaba de mí, o porque le caí mal.
De hecho, recuerdo que poco después de que llego Uziel y
Manu, ellos dos se apartaron del grupo indicándonos que iban a caminar por el lago
y se perdieron un largo rato, mientras los 7 que nos quedamos en la zona de camping,
nos la pasamos muertos de risa con las historias que Irma y Andrey que nos contaban de sus anécdotas pasadas,
pero al pasar las horas la neblina y el frio empezó a calar, así que Mónica, que
era hiper friolenta se metió a dormir a su casa de campaña, junto con Irma.
Ya entrada la noche, solo vimos cómo llegaron de repente Adrián y Susana, pasando
sin saludar por la fogata, para también encerrarse en su casa de campaña, nos
quedamos Manuel, Andrey, Uziel, Daniel y yo frente al fuego, contando anécdotas divertidas y
debatiendo cualquier tipo de temas.
Pero después de varias horas bajo el frio a Uziel le dio
sueño y se fue a dormir, poco después de media hora le siguió Manuel, así que me quede
platicando con los festejados, viendo la infinidad de las estrellas.
Como soy muy curiosa, les pregunte muchas cosas que para mí eran
relevantes en ese momento, puesto eran los primeros gemelos que conocía en mi
vida y me parecía fascinante ¿Cómo era su vida?, ¿Qué se sentía tener un hermano idéntico
a ti? si de niños hacían travesuras juntos, si era cierto que ¿Había cierta
conexión telepática o sensorial entre ellos?
A lo cual ellos respondían con risas y amablemente, me
explicaban como era para ellos el ver su reflejo ante el otro, no sé cuánto
tiempo estuvimos ahí charlando, hasta que el sueño me empezó a cerrar los ojos,
además que la noche se estaba tornándose muy fría, así que me despedí de ellos y
me fui a mi casa de campaña que estaba próxima a la de ellos.
Pero no pude dormir, porque no me calentaba las cobijas y
creo que me escucharon titiritear de frio, porque fue Daniel a
invitarme a dormir con ellos, puesto tenían más cobijas y había mucho espacio, su
casa era para 6 personas, e iban super preparados para la ocasión debido que acampaban seguido y sabían todo sobre las inclemencias del clima.
Fue así que decidimos compartir la casa de campaña y cobijas para soportar la noche, ellos me dejaron en medio y cada uno estaba en los extremos de la tienda, la verdad es que la propuesta no lo vi mal o lo sentí como algo impropio, puesto eran amigos de mi mejor amiga, me habían caído super bien, por su platica y vibra, sobre todo Andrey que era tan elocuente.
Pero con el paso de las horas de estar compartiendo
ese espacio, ante el ritmo de las respiraciones, el ambiente de las paredes de
tela impermeable color azul marino, se tornó tenso o tal vez fue por el calor
que nuestros cuerpos emanaban desde nuestros sleeping, que empezó a surgir un deseo inesperado.
Tal vez fue la cercanía, el olor de sus perfumes, los
sonidos del bosque, o que al voltear a ver a Daniel, que era quien realmente me
atraía más por su misterio, me di cuenta que también seguía despierto y me estaba
mirando, sin ninguna palabra previa me beso, a pesar de que estaba Andrey dormido
a unos cuantos centímetros de nosotros.
Quizá fue por la sorpresa del momento, pero no evite el contacto y lo disfrute, cerré
mis ojos, me deje llevar por la sensación de sus labios, de su lengua con la mía,
además de la presión de su mano izquierda sosteniendo mi nuca para no apartarme de
él, hasta que sentí una mano entre mis piernas, fue que reaccione y vi que era
Andrey estaba acariciando mis muslos con la misma mirada de deseo de Daniel.
Tuve que haberme levantado e irme en ese instante, pero no
lo hice, la adrenalina ya corría por mis venas al darme cuenta ante la
situación que estaba, Daniel rompió el silencio y dijo con voz baja, nos
preguntaste hace rato ¿Qué si hacíamos travesuras y que, si teníamos una
conexión telepática entre nosotros, quieres descubrirlo?
A lo que le siguió Andrey, desde hace tiempo tenemos la
fantasía de hacer un trio juntos, sabemos que tienes novio y no quisiéramos
meterte en líos, pero desde que te vimos en la puerta de tu casa, nos llamaste demasiado la atención, ¿te gustaría ser nuestro regalo de cumpleaños esta
noche?
Sabía que no era correcto aquello, pero las cosas con mi novio no habían estado bien los últimos meses, lo sentía distante, casi que llevábamos meses de no teníamos intimidad, además de que sospechaba que andaba con alguien más e Irma siendo mi mejor amiga, sabia de los problemas con mi novio, además que tenia un fetiche peculiar con los gemelos y creo que por ello me presento a sus grandes amigos de sus años de universitaria.
Así que después de meditarlo unos momentos, me di el
permiso de disfrutar esa experiencia, ya estaba ahí y no quería quedarme con
las ganas de vivirlo, así que acepté, los vi fijamente a cada uno con mi
sonrisa pícara, mordiéndome los labios y con la cabeza dije que sí.
Hicimos el pacto de que aquello quedaría entre nosotros y nadie tendría que enterarse de ello, lo cual aceptaron sin ninguna objeción, Andrey ahora me tomo de la barbilla y me empezó a besar, mientras de reojo lo veía a Daniel que se empezaba a desnudar poco a poco.
No me había dado cuenta por las sudaderas holgadas, que
ambos tenían una espalda ancha bien marcada y brazos fuertes, lo cual era otra
de mis debilidades físicas del sexo opuesto, eran fanáticos del GYM y les
gustaba competir entre ellos, para ver quien era más fuerte y resistente en las
rutinas.
Ambos se turnaban para besarme suavemente, acariciarme,
mientras aprovechaban para desnudarse y desnudarme, al cabo de unos minutos me
habían despojado de mis prendas a pesar de que llevaba mil capas por el frio
del bosque.
Daniel me había quitado la chamara, Andrey el pantalón de mezclilla, Daniel la sudadera, Andrey el suéter gris, luego los mayones térmicos, mi blusa color rosa, hasta que con besos Daniel me quito el brasier y Andrey las bragas, ambos de color purpuran que combinaban con mis calcetines.
Como no había pensado tener intimidad ese día, mi vello púbico estaba un poco crecido, lo cual al darme cuenta que estaba completamente desnuda ante ellos, hizo que por instinto intentara cubrirme por pena, pero Daniel dijo, ¡eres bellísima, tienes un cuerpo increíble no te preocupes, no tienes por qué avergonzarte, me permites que continúe besándolo! y dije con ironía, ¡tómalo, soy tu regalo de cumpleaños, solo por esta noche!
Y vi la sonrisa de Andrey que disfrutaba ver como Daniel tomaba la iniciativa, al besarme el cuello e ir bajando hasta mi pecho, sin mencionar las mordiditas en mi clavícula que sobresalía al arquearme de placer, jugando con mis pezones tanto sus dedos y lengua, que ante ese estimulo se erizaban, se ponían más rígidos ante la excitación que estaba sintiendo.
Andrey con una mano se masturbaba, con la otra acariciaba mi
clítoris levemente. Ya que la mayoría de mi cuerpo lo abarcaba Daniel con
sus besos y caricias que me estaban llevando a un mar de sensaciones, deseando
cada vez más que alguno de ellos me penetrara.
Pero no fue así, después de un rato de agonía, me di cuenta que realmente ellos estaban compitiendo para ver quien me excitaba más, que técnica era la que hacía se me erizaba más la piel, lo estaban disfrutando y yo no podía quejarme, debido que ningún centímetro de mi cuerpo había pasado desapercibido para ellos.
Mientras estuve acostada boca arriba, uno se encargaba de
mis senos, de la parte superior, mientras que el otro recorría con su lengua mi
vagina acariciando, toqueteando de la cintura hacia abajo, besando mis muslos y
sujetando con fuerza mis glúteos.
Los cuales me hacían gemir, pero Daniel me silenciaba con sus besos, para
que los demás integrandes del camping, no nos escucharan o se dieran cuenta de la faena carnal, que en esos momentos éramos participes. Después de tanta agonía, ya que ninguno de los dos tomaba la iniciativa, decidí tomar las riendas del juego, así
que tome a Daniel de los hombros con fuerza, me senté en sus piernas de frente y tome
con una mano su pene que ya estaba mas que erecto, lo guie para que se introdujera
en mis labios que estaban bastante humedos.
Ya no podía aguantar más, lo deseaba mucho, toda la tarde me estuve preguntando ¿por que era tan callado, que ocultaba y porque se me quedaba viendo tanto? así que solo lo abrace y nos vimos fijamente mientras entraba poco a poco en mi vagina, lo cual me hizo estremecerme por el grosor que tenía.
Mi novio no tenia esas dimensiones
y no había sentido ese nivel de presión en mi cavidad pélvica, hacía
mucho no estaba tan lubricada, fue difícil que se introdujera completamente, ya
que era una mezcla de dolor y placer.
Daniel me abrazo fuerte de la cintura y sus manos sujetaban mis
nalgas, mientras Andrey me besaba la espalda y sostenía mis pechos, por momentos, perdía la conciencia al sentir tantas sensaciones juntas. Y cuando abría los ojos
solo percibía la sonrisa de complicidad de ambos.
En ningún momento me sentí forzada o utilizada, al contrario, en sus miradas percibía que era su afrodita, me tomaban con delicadeza y buscaron llevarme al clímax para provocar que me viniera antes que ellos.
Aunque los besos de Andrey eran mas apasionados, prefería los tiernos de Daniel y quedarme conectada en esa postura, hasta que sentí como empecé a escurrirme de tanto placer entre sus piernas, él me abrazo con más fuerza, sus gemidos delataban que ya no podía contraerse más y no pudo evitar venirse dentro de mi útero. Lo cual también fue bastante placentero.
Pero aun faltaba atender a Andrey, que estaba mas que excitado con
la escena, Daniel después de unos minutos se recostó para recuperarse de aquel
orgasmo, yo me levante sutilmente, me acerque a Andrey pero él era mas salvaje, me tomo de las caderas para ponerme en cuatro y penetrarme de golpe. A lo cual no
pude contener emitir un fuerte gemido, que trato de silenciar, tapándome la boca con su mano.
Sus movimientos eran más agresivos, rápidos, pero en vez de
incomodarme me excitaban más, me estrujaba por fuerza de los hombros, luego tomaba
mis caderas, mientras estaba hincado frente a mis nalgas que eran golpeadas por
su pelvis una y otra vez, se inclinaba para besarme la espalda a lo cual reaccionaba
arqueándola, eso al parecer lo excitaba cada vez más, me tomo del cabello, me
jalo con suavidad para besarnos de lado.
Y al parecer ese beso, fue el tópico para que se viniera también,
aunque alcanzo a salir a tiempo, me lleno de su semen toda la espalda y parte de las nalgas, Daniel al prever el final estaba ya preparado con una toalla húmeda para limpiarme, preguntándome si yo estaba bien, puesto Andrey también cayo rendido a un costado, como lo había
hecho él antes.
Yo respondí que ¡sí, demasiado bien! y me acosté de nuevo entre
ellos, dando la espalda a Andrey que me abrazaba por la cintura, dejando caer su cabeza
en mis caderas, mirando de frente a Daniel que me quitaba los cabellos de la cara
con delicadeza mientras me sonreía y decía ¡Gracias, estuvo increíble, ojalá lo podamos
repetir en otra ocasión!
Solo sonreí y dije ¡talvez, ya veremos! él me tomo entre sus brazos
y me quede dormida en su pecho.
Al día siguiente, tratamos de levantamos mas temprano que los demás integrantes
de nuestra comitiva, me ayudaron a dejar mis cobijas y sleeping en mi casa de campaña, para
que no sospecharan lo que había ocurrido, y luego nos fuimos a caminar al lago para regresar más despejados y disimilar con naturalidad.
Pero Irma me vio con esa miradita picara al verme llegar, acercándose y diciéndome al oído, ¡te escuchamos anoche, que bueno que lo disfrutaste, sabía que este viaje
te caería bien, ya te hacía falta relajarte un poco, deja de sufrir por un tipo
que no te valora, si aquí tienes a dos caballeros que te pueden consentir mucho.
Solo ten cuidado con lo que deseas!
Yo no le dije nada, solo me quede callada y trate de actuar con
normalidad de estar más cerca de Manuel y Uziel en las actividades que teníamos
planeadas para ese fin de semana, pero de nuevo en la noche cuando todos se durmieron
Memo fue por mi a mi casa de campaña para divertirnos los 3.
Desde ese entonces nos frecuentamos, a veces solo veo a Andrey,
otras a Daniel y no se por cual decidirme, debido, aunque son físicamente iguales,
cada uno se entrega y coge de forma diferente, adoro la ternura de Daniel, pero también
lo apasionado que es el Andrey, no sé por cuanto tiempo más podamos llevar esta dinámica, pero me encantan los dos.
¿Ustedes que harían?
Comentarios