Cuento erótico 03.- vacaciones
A transcurrido una semana y aún logró sentir en mi piel la sensación de sus manos, muchas veces soñé que esta primera usanza, seria con el hombre del cual he estado enamorada desde hace varios años, jamas me imagine seria de esta forma.
El mar siempre fue uno de mis destinos favoritos para vacacionar
pero Bahía de Maguey, se ha vuelto memorable puesto fue ahí donde descubrí mi
sexualidad, tal vez de la forma menos convencional.
Ya tenía planeado este viaje desde hacia unos meses con mis
mejores amigas, seria nuestra segunda aventura juntas, pero la primera ocasión
a Huatulco, así que decidimos vivir la experiencia de camping para instalarnos
lo mas cerca del mar y fuera lo primero que percibiéramos al despertar.
Fue
el primer día que estábamos jugando con las olas, cuando él se nos acercó para
ofrecernos sus servicios de un viaje en moto acuática y de inmediato me llamo
la atención debido que sus rasgos no eran los típicos de los lugareños y su
acento denotaba era de otra nacionalidad, con una cautivadora sonrisa, mientras
me veía fijamente con esos increíbles ojos claros y pestañas tupidas.
Nos
explicaba sobre el viaje que duraría 1 hora e incluía el recorrido por las
bahías y playas de la periferia hasta la zona de arrecifes donde nos enseñaba a
bucear si fuera necesario, por la módica cantidad de $150 por persona.
Solo
una de mis dos amigas se animo, la otra decidió quedarse en la playa para asolearse,
yo me en listé con la primera para montar en aquellos vehículos en busca de una
aventura marina.
Cada
una iba protegida con su chaleco salva vidas y un super bikini de dos piezas… jajaja.
Por suerte me toco con él, debido que mi amiga prefirió irse con el otro guía,
el cual también era bien parecido pero no tanto como mi instructor.
A
pesar de lo esbelto que se percibía a simple vista, al abrazarlo para sujetarme pude sentir su musculatura tonificada, cuando corríamos a toda velocidad mientras competíamos en unas carreras sobre el mar.
También
pude percibí su místico aroma y calor corporal que desprendía su piel
bronceada, me revelo que era de Italia pero se había enamorado de nuestro país en particular de Oaxaca, por eso había decidido quedarse a vivir ahí y poner un
negocio.
Después
de 10 minutos de surcar las olas a mas de 130 kilómetros por fin llegamos a la
zona de arrecifes donde descendieron primero ellos para anclar las motos y
posteriormente ayudarnos a bajar de los vehículos.
El
me tomo por la cintura con suavidad y me llevó a su pecho para deslizarme poco
a poco y terminar cara a cara, lo cual me puso muy nerviosa, su rostro era tan bello
con esa barba de candado de hace uno o dos días sin rasurar, su cabello todo alborotado y
su mirada que no dejaba de observarme y sonreírme.
Como
no alcanzaba a pisar el Fondo me sugirió que me cargaría en su espalda y lo
abrazara con las piernas por la cintura para llevarme a la zona donde era mas
bajo el nivel del agua y de mejor avistamiento.
Mientras mi amiga y su guía se quedaron cerca de las motos donde también se percibían algunos pecesitos de varios colores.
Mientras mi amiga y su guía se quedaron cerca de las motos donde también se percibían algunos pecesitos de varios colores.
Me
llevaba cargando cómo si no pesará nada, mientras nos alejábamos mas de nuestro
punto de encañaje y me iba orientando del nombre de las especies que aparecían de repente, hasta que nos detuvimos en una área segura para enseñarme a contener la
respiración para bucear y ver con mayor detalle las profundidades del océano.
Me
ordenó que me quitará el chaleco para ponérselo él y así practicar sumergirme,
sin soltarme en ningún momento, pero estaba tan nerviosa que me pidió me
relajara un poco, que no pasaría nada que yo no quisiera y el estaba para
auxiliarme en todo momento.
Me recostó sobre el agua y me indico que abriera completamente los brazos y
piernas, mientras cerraba los ojos para sentir la suave marea, el me sujetaba de
la cintura y las rodillas para que todo mi pecho se elevará sobre el agua y
perdiera así el miedo.
Increíblemente
funciono, después de unos minutos, me comentó que ya era momento de cambiar de
posición y hacer lo mismo pero boca abajo, que respirara profundo y contuviera
el aliento para sumergirnos.
La
cantidad de peces era increíble entramos y salimos mas de 8 veces para retomar
el aliento, sin antes explicarme el nombre de las nuevas especies que se veían,
pero en la última ocasión salí muy deprisa y se me introdujo un poco de agua salada por la nariz, con lo cual senti ahogarme.
Asi que él me tomo del rostro con delicadeza para tranquilizante, bajando su mano a mi barbilla para acercarme a su rostro y me preguntó si podía darme un beso debido que deseaba probar mis labios a lo cual no tuve ninguna objeción.
Asi que él me tomo del rostro con delicadeza para tranquilizante, bajando su mano a mi barbilla para acercarme a su rostro y me preguntó si podía darme un beso debido que deseaba probar mis labios a lo cual no tuve ninguna objeción.
Me
abrazo con fuerza, poniendo sus manos en mi espalda y acercándome mas a su
cuerpo, mientras mis dedos se entrelazaban en su cuello para sostenerme, sus
labios eran carnosos, su lengua suave y juguetona que me hacia desear mas de
esa pasión que me transmitía.
No
se cuanto tiempo estuvimos besándonos, solo me di cuenta que paulatinamente
fuimos de suave a intenso, luchando por sostenernos a pesar de la marea y sus
manos descendieron de la espalda hasta sujetarme de los glúteos con fuerza, mientras mis piernas lo rodeaban para sentir su firmé vientre contra el mío, no pude evitar
percibir como su miembro se iba hinchando al incrementar el roce de nuestros
labios.
Por
un instante se detuvo y me pidió una disculpa alegando que aquello no estaba
bien, pero que aquel impulsó no lo había sentido con alguna clienta al hacer el tour.
Aunque en realidad ya me había observado desde
la playa y el ofrecernos el servicio solo era un pretexto para acercarse a mi
porque tenía que conocerme mas, le había cautivado mi belleza y energía.
Yo
no pude decir nada, aunque si pensé en pedirle, que se callara y continuara, en
cambio sólo Sonreí y lo volví a besarlo.
Susurrándome
al oído solicitó de mi aprobación para introducir su mano en mi traje de baño y
continuar con la estimulacion de mi clítoris que de por si lo deseaba.
Rozando
con la yema del pulgar e introduciendo sus dedos en mi vagina fue poco a poco, que fui perdiendo el control de mi pudor que por tantos años me había detenido
en disfrutar.
Descubrí que me excitaba sentir debajo de mis glúteos la voluptuosidad de su entrepierna
y que me jalara hacia el.
Me mostró su miembro, lo cual me sorprendió por ser la primera vez de ver algo
parecido, no sabia si era normal su tamaño pero me apareció enorme, pero no lo detuve, aun cuando hizo de lado su
traje de bajo y el mio para rozar con su glande mi hinchado clítoris y poco a
poco lo fue introduciendo.
Aun creo que fue un tanto doloroso por la salinidad del agua mas que por la falta de practica, como nos costaba mantener el ritmo me llevo a la orilla de la bahía, donde detrás de un montículo de piedras me recostó sobre el chaleco salvavidas y empezó a besar mis pechos lo cual me excito aún más.
No me importaba si alguien nos
pudiera descubrir o el tiempo que nos habíamos tardado y nuestros acompañantes
que nos esperaban para finalizar el viaje.
Solo
deseaba que él estuviera entre mis piernas embistiendome una y otra vez, quería mas de aquellas sensaciones que hasta ese momento eran extrañas, sin embargo sentía correr por todo mi cuerpo sin ningún control.
Me
cargo y sentó sobre una roca para estar de frente en otra posición, luego me
volteo para tener mis glúteos enfrente de él e introducir su miembro de esta
nueva forma que fue culminante, poco a poco me fui inclinando para sentir más
como llegaba a lo mas hondo de mi útero, provocando pequeñas cólicos que entre
dolor y placer me hacían exclamar que no parara.
El
supo guiarme a cada momento, me decía lo que debía de hacer, como acomodarme,
cambiar de la pierna de posición, pero no se enfoco solo en la unión de
nuestros sexos, estuvo al pendiente de cada rincón de mi piel, estimulando
todas las áreas desde el oído hasta los pies.
Sentía en mi espalda como las
gotas del agua o sudor caían al embestirme, jugaba con mis pechos con una mano
y la otra me nalgueaba cuando menos lo esperaba.
No
se si es normal pero sentí por toda mi columna una descarga de energía que me recorrió en un segundo y se libero en mi vagina provocando que escurriera un
chorro de lo que yo creía era orina, ese efecto lo provoco mas y me abrazo con
fuerza mientras levantaba la pierna derecha para introducir su miembro con una
velocidad mas acelerada.
Hasta
que sentí como se convulsionaba y se contraía debilitarse dentro de mi vagina,
expulsando algo cálido que descubrí era su semen al bajar por mis piernas y ver
los residuos blancos entre nuestros trajes.
Se recostó sobre mis hombros besándolos tiernamente mientras se recuperaba unos minutos, me
tomo de la mano, me puso el chaleco y regresamos al mar después de agradecerme
por eso sublime momento.
No
me atreví a confesarle que aquella era la primera vez que intimaba con alguien, solo lo seguí en silencio escuchando y sintiendo todo lo que mi cuerpo ahora me
gritaba, de repente se volteaba y me besaba.
Hasta
llegar de nuevo al punto de encuentro con nuestros dos acompañantes los cuales
nos reclamaron por la demora a lo que el respondió había sido por que encontramos un banco de peces muy interesantes que el mismo no había visto antes.
Yo
solo seguí con la historia indicando que era increíble el colorido de sus
escamas, nos montamos de nuevo en las motos y regresamos a la zona de camping
donde liquidamos el viaje y nos despedimos con una sonrisa.
El
resto de la tarde nos vimos de reojo y en las noches me visitaba en mi casa de
campaña en silencio cuando todos dormían para instruirme en este fino arte del placer.
Lo paradójico fue que fueron mas de 6 veces que disfrutamos de nuestros cuerpos en
ese mar de sensaciones que nos inundaban de orgasmos que poco a poco se fueron
sincronizando, para culminar juntos pero nunca supe su nombre de mi primer guía sexual.
Pero se que si vuelvo de nuevo a Bahía de Maguey lo encontrare ahí, para mis deleites y tal vez no fue la forma mas romántica de vivir esta primera experiencia pero definitivamente fue la mejor
forma de romper mis complejos sobre el tema.
El
me ayudo a descubrirme como mujer y todo lo que mi cuerpo es capaz de sentir, cuando me libero de todas las reglas que tontamente nos han inculcado,
limitando nuestra plenitud. No fue amor pero tampoco fue solo sexo.
Propiedad intelectual de @Lulaboop.love
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