CARTA ANÓNIMA
Mi Estimado Señor. Hace tiempo que nos conocemos, sin conocernos realmente bien, es tan poco lo que tal vez sé de usted y sin embargo lo mucho que ahora sabe de mí, no recuerdo bien la primera vez que nos vimos o que usted me ayudó, pero si tengo presente el instante en que se hizo vigente en mi mundo. Fue aquel jueves... Que por cualquiera de los medios que tuvimos a la mano disponibles, continuamos con aquella conversación que inició de forma casual y se nos fue la tarde en un constante debatir de temas, no solo de cuestiones laborales, sino de una infinidad de ideas. Descubrimos que coincidíamos en un 90 por ciento sobre gustos y opiniones, su conversación en aquel momento, se volvió en un grato bálsamo para distraerme del dolor, ante aquella perdida que me embargaba. Usted llegó en el momento menos indicado, para iniciar un romance o una relación sentimental, conocerlo fue un regalo que aún no estaba lista para recibir o darme cuenta que era lo que siempre había an...